-Evaluación de necesidades: Realizar evaluaciones individuales y colectivas para identificar las necesidades emocionales, sociales y culturales de los residentes.
-Elaboración de planes de intervención: Desarrollar planes de intervención personalizados para cada residente, basados en las evaluaciones realizadas y centrados en mejorar su calidad de vida.
-Coordinación de actividades: Organizar y coordinar actividades recreativas, culturales y de ocio adaptadas a las necesidades e intereses de los residentes.
-Promoción de la participación comunitaria: Fomentar la participación activa de los residentes en la vida comunitaria de la residencia, estimulando la colaboración en actividades grupales y la integración en eventos y celebraciones.
-Enlace con recursos externos: Colaborar con otros profesionales de la salud y servicios sociales, así como establecer vínculos con organizaciones comunitarias y recursos externos, para ampliar la gama de servicios y apoyos disponibles para los residentes.
-Planificar salidas y excursiones culturales o recreativas para los residentes.
-Establecer programas de voluntariado que permitan a los residentes contribuir activamente a la comunidad.
-Mantener registros precisos de las intervenciones realizadas y el progreso de los residentes.
-Colaborar con otros profesionales del equipo multidisciplinario de la residencia, como médicos, enfermeros y trabajadores sociales, para proporcionar una atención integral a los residentes.